27 de diciembre de 2020

A MEDIO CAMINO ENTRE LA REALIDAD Y LA DISTOPÍA. Reseñas sobre distopías

 

Seguramente la pandemia provocada por la covid 19 se recordará como una de los principales desastres humanitarios del siglo XXI tal y como ahora recordamos la gripe española o el escape nuclear de Chernobyl. Aunque no tenemos claro todavía cuándo va a terminar esta pandemia, podemos afirmar que sus consecuencias han cambiado nuestra sensibilidad a la hora de analizar las posibles amenazas que revelan la inconsistencia de nuestra realidad. Una clara muestra de ello puede observarse en el género distópico, término con el que se designa a obras que nacieron como ficción y que actualmente presentan demasiadas similitudes con nuestro presente. De hecho, hace unos meses, cuando todavía se conocía poco de la enfermedad, la película Contagio (Warner Bros 2011) vio modificada su clasificación inicial del subgénero de ciencia ficción al de drama. Y es que, el miedo generalizado, el caos visible en algunos supermercados, la inseguridad a la hora de encontrar una posible cura que podían verse en esta obra de ficción tristemente tienen un reflejo parcial en la realidad que nos ha tocado vivir.

Lejos de plantear un rechazo respecto al género distópico, nuestra sociedad demanda cada vez más la necesidad de contrastar su vivencia con la ficción con el fin de desenmascarar la fragilidad del mundo en el que vivimos. La distopía comienza a presentar ciertos rasgos en común con la realidad que conocemos: proliferación de las dictaduras, censura de la libertad de expresión, aumento de las desigualdades sociales. Por ello, es necesario utilizar estas muestras de literatura como una excusa para ahondar en la reflexión de los errores que la ficción y la realidad presentan en común. He aquí algunos ejemplos realizados por alumnos de 1º de bachillerato de literatura universal del curso 2019-2020 a partir de diferentes libros, series, películas y videojuegos que os pueden resultar familiares.

Película: LAS CLASES SOCIALES Y EL HOYO 

Carla Sainz. 2º de bachillerato


 Uno no elige dónde nace, y por tanto, tampoco elige sus condiciones de vida. Lo que sí puede hacer es intentar cambiarlas, pero una vez logrado ¿se acordará de la gente que vive como él vivía antes? Esta es la reflexión que ofrece El hoyo(Netflix 2019), una película española de ciencia ficción dirigida por GalderGaztelu-Urrutia, que presenta un futuro distópico impactante y desolador a partes iguales.

La acción se sitúa en un edificio cerrado con un agujero en medio, dos personas por nivel y un número indefinido de estos y una plataforma con comida para todos. Empieza llena desde el primer nivel y se va vaciando conforme va bajando. Esto es una representación de las clases sociales, ya que el que se encuentra en el nivel más alto no tiene problemas para comer, pero al que está en el nivel más bajo, con suerte le llega algo. Por ello tiene tres opciones: esperar que el siguiente día sea mejor, tirarse por el hoyo para morir o matar a su compañero de nivel. Esto último no le servirá de mucho, ya que la diferencia de la cantidad de comida que te puedes llevar a la boca es mínima, y, además, tendrás que convivir con el cadáver lo que quede de tiempo hasta que en el próximo mes te asignen un nuevo compañero, a no ser que lo que planee sea comérselo. Otra cosa que hay que tener en mente es que si alguien se tira es muy improbable que caiga hasta abajo sin golpearse con nada, por lo que puede ir salpicando con sangre a los habitantes de niveles más bajos que el suyo o perder partes de su cuerpo por el camino, incluso pueden llegar a agarrarlo para alimentarse con su cuerpo.

Como en la sociedad actual, no puedes elegir en qué nivel (clase social) vives. Todas los meses te duermen y apareces en un nivel al azar, pero si amaneces en el primero ¿te acordarás de los de abajo? Lo cierto es que como pasa en la vida real, la mayoría no lo hará. Si estás arriba te atiborrarás de comida que no necesitas, pero si estás abajo rezarás para que los de arriba sean comprensivos. Un empresario que proviene del proletariado no suele tenerlo en cuenta cuando empieza a ganar dinero, ya que cada uno mira por su ombligo. Cuando estás abajo criticas a los de arriba por no tenerte en cuenta, pero cuando estás arriba te importan bastante poco los de abajo.

Aunque a diferencia de lo pasa cuando cometes un fraude fiscal en el mundo real, en esta sociedad distópica siempre serás castigado independientemente de tu nivel. Es importante tener en cuenta que si te dejas llevar por los manjares y la mesa empieza a bajar sin que tú te des cuenta luego no podrás salir y lo más probable será que cuando llegues a los niveles más bajos te coman vivo por la desesperación. Esto bien podría interpretarse como una metáfora del proletariado y los empresarios.

Si ves la película te quedarás impactado, pero lo cierto es que se puede ver en ella un perfecto reflejo de la sociedad sin trampa ni cartón. Si las escenas te horrorizan piensa que cosas mucho peores pasan todos los días y la gente suele mirar para otro lado ¿Podría nuestra sociedad llegar a considerar aceptable esta realidad distópica frente a la triste realidad que ya conocemos?

 

Libro:¿CREEN USTEDES QUE TIENE RELACIÓN CON LA ACTUALIDAD?EL CORREDOR DEL LABERINTO

Noelia López Ibáñez. 2º de bachillerato


 
Todos conocemos o hemos oído hablar de la famosa historia de James Dashner: El corredor del Laberinto, en la que como ya es habitual en este género, unos adolescentes intentan salvar a la humanidad. Esta distopía cuenta la historia de un joven llamado Thomas, que es enviado a un laberinto con otros jóvenes mientras que el mundo se desmorona por una serie de catástrofes entre las cuales se encuentra una enfermedad mortal que cada vez se expande con más rapidez por todo el planeta. ¿No os suena de algo esta situación?

En la novela se relata el caso de una organización llamada CRUEL, que pretende poner al límite las capacidades de los jóvenes, aunque ello implique acabar con sus vidas, para así poder encontrar una posible cura a través de su organismo. Estos jóvenes hacen lo imposible por salvar sus vidas y además intentar destruir a CRUEL.

En la primera parte, se encuentran en el centro de un laberinto, que cada mañana abre sus puertas. Dos o tres jóvenes se adentran en él para conseguir encontrar la salida. Siempre deben tener en cuenta regresar a tiempo, ya que las puertas se cierran y nadie ha sobrevivido a una noche en el laberinto. En la segunda parte, una vez encontrada la salida, los jóvenes se enfrentan a lo que de verdad sucedía tras esos muros. La trama nos presenta un planeta que ha sido arrasado y en el que solo unos pocos han conseguido sobrevivir. Thomas y sus amigos se encuentran cara a cara con una enfermedad mortal (los afectados con esta enfermedad son denominados "raros"). Por último, y tras encontrar a un grupo de personas que han sobrevivido a parte de CRUEL, han de encontrar un lugar en el que empezar una nueva vida lejos de la enfermedad, pero no pueden hacerlo sin antes rescatar a su amigo que ha sido capturado por la terrible organización.

El grave problema que esta distopía juvenil plantea se podría observar en la actualidad, con el famoso virus del COVID 19 que en estos momentos tiene al planeta entero inmerso en una angustia y una desesperación total. Nunca antes se había visto un problema con tanta gravedad y que haya hecho parar a todo un planeta y obligado a sus habitantes quedarse en sus casas por una larga temporada.

Muchas personas se preguntan de dónde procede este virus. Primero decían que posiblemente proviniera de los murciélagos, y más tarde revelaron que se trataba de otro animal, un mamífero, el pangolín. También existen teorías conspiratorias como que fue creado para eliminar a una cierta población, unos creen que para eliminar una parte de la inmensa población china y otros para eliminar a los jubilados y las personas enfermas, es decir, la población más débil. A estas alturas ya he escuchado de todo y en estos momentos no sé distinguir entre lo que es verdad y lo que es mentira, pero lo que sí tengo claro es que se nos ha ido de las manos.

Hace unos años, ciertas personas ya hablaban de una futura pandemia, un futuro virus que acecharía a la humanidad y al que no estaríamos preparados para plantarle cara. Ahora me pregunto: si hubiésemos creído estas palabras, ¿estaríamos ahora en esta situación? Estamos ante un problema grave y, lo peor, es que ya estábamos advertidos. Catástrofes como esta nos hacen ver que no debemos buscar un beneficio propio, sino común. Este virus no solo afecta a personas, también afecta a empresas y a trabajadores, a todo un país y a su economía. Dejémonos ya de ese individualismo radical y enfrentémonos a un enemigo común.Solos no podemos vencer, y si algo nos enseñan historias como El corredor del Laberinto, es que juntos se puede.

 

Libro: DEBEMOS SEGUIR LUCHANDO. EL CUENTO DE LA CRIADA 

Laura Sainz. 2º de bachillerato


 
Muchas veces podemos ver una serie, una película, leer un libro y pensar que todo lo que están viviendo los protagonistas es totalmente lejano a nosotros. Pero, ¿esto es realmente como nosotros creemos? Hay historias que son muy cercanas a nuestra realidad, aunque nosotros no nos demos cuenta. Este es el caso de El cuento de la criada (Editorial Salamandra 2017), una obra mayormente conocida por su crítica social y su alegato feminista.

En esta novela Margaret Atwood describe una sociedad ficticia, hipotética e indeseable, que es descrita desde el punto de vista de Defred (nombre que significa “propiedad de”, en este caso, del comandante Fred Waterford). En esta sociedad las mujeres han perdido todos sus derechos y son divididas según su rol social. Por una parte están las “criadas”, categoría a la que pertenece Defred. Van vestidas de rojo y son las únicas mujeres fértiles. Estas son adoctrinadas por las “tías”, caracterizadas por un ropaje es marrón. Son las encargadas de la educación de las criadas y de castigarlas en algún momento si es necesario. También existen las “marthas”. Llevan uniforme verde y se dedican a hacer tareas domésticas como limpiar, cocinar. Las “no mujeres” son las que tienen un pasado oscuro o que no han conseguido quedarse embarazadas. Son torturadas y desterradas. Finalmente, están las “economujeres”, que van vestidas con una indumentaria a rayas. Eran las esposas de los hombres pobres y su única labor era hacer lo que pudiesen para sobrevivir.  

En esta sociedad, las criadas eran violadas (fecundadas a la fuerza por el comandante asignado) una vez al mes y si, al cabo de un año no conseguían quedarse embarazadas, se convertían en no mujeres. Después de una violación, las mujeres no podían quejarse ya que, si lo hacían, las tías les hacían creer que todo había sido por su culpa. Si quedaban embarazadas, debían entregarle el bebé a la esposa de comandante, perdiendo así la custodia total y cualquier poder de decidir sobre la vida de su hijo.

Tras investigar esta novela a fondo, nos pueden surgir diferentes dudas en cuanto al tema del feminismo. De hecho, podemos considerar totalmente esta historia como algo improbable o como una posibilidad real.

Está claro que hemos avanzado mucho en este tema desde la época en la que se publicó el libro (1985), pero hoy en día las mujeres seguimos luchando por nuestra libertad y por la eliminación de diferencias entre ambos géneros. Seguimos viviendo en una sociedad machista en la que para lo único que quieren a las mujeres es para procrear, cuidar de los niños y hacer las tareas del hogar, al igual que en esta novela.

Actualmente, hay mucha gente que solo conoce y valora a ciertas mujeres por ser la esposa de alguien, cuando en realidad es una mujer que ha conseguido grandes logros a lo largo de su vida por sí misma. Aquí encontramos otra similitud con el libro, ya que solo se valora a la mujer por su capacidad reproductiva. Las criadas adoptan un nombre que significa propiedad de un comandante. En este caso, nuestra protagonista se llama Defred, ya que es propiedad de su comandante Fred Waterford. En El cuento de la criada las mujeres son relegadas a un papel secundario y dependiente de la dominación masculina. Una mujer soltera o sin hijos es considerada como un persona que no tiene ningún valor. Tristemente, a día de hoy, hay gente que sigue pensando exactamente lo mismo: la vida de una mujer debe girar alrededor de la de un hombre.

Otra característica de la novela que podemos contrastar con la sociedad del siglo XXI es cómo las criadas son educadas para que no se hagan amigas de las otras criadas. Están educadas para que si una de sus compañeras comete un error, ella tiene que denunciarla y ridiculizarla. Las mujeres en la actualidad hemos sido educadas para competir la una con la otra para ver quién es más guapa o más lista. Desde pequeñas nos enseñan cómo darles codazos a las que son nuestras compañeras de lucha. Lo peor que podemos hacer es exactamente eso, hundirnos entre nosotras. Deberíamos estar unidas y demostrar que somos igual de importantes que los hombres y que valemos para mucho más que para procrear.

Quizá la situación en la que estamos ahora mismo no sea exactamente la misma que se desarrolla en el libro, pero sí es cierto que hay ciertas sombras de él en nuestro día a día. La novela es una denuncia al sistema patriarcal y al control de la mujer, de su cuerpo y de sus decisiones. Gracias a esto podemos ver que lo que desde un principio nos pareció una distopía lejana a nosotros, representa ejemplos actuales. Este libro nos ayuda a ver cómo los hombres se apoderan de las mujeres para hacer lo que ellos quieran, algo que sigue pasando a día de hoy. Debemos  unirnos y hacerle ver al mundo que sin nosotras se para todo.

 

Película: EL PODER DE LAS REDES SOCIALES. CAM 

Sandra Arenzana.2º de bachillerato

 


¿Nunca te has planteado lo que hay detrás de una red social? Dime que no soy la única que he subido una historia a Instagram poniendo lo bien que me lo estoy pasando en una fiesta cuando no es así, o una foto al natural con más maquillaje que un payaso ¿Y has pensado el daño que te puede causar? Por ejemplo, una dependencia que si no se trata puede ser un problema grave. Para responder a esta pregunta voy a hablar de Cam (Netflix 2019), una película que ahonda en el universo de los influencers.

Cam trata sobre una chica llamada Alice, una joven obsesionada con ganar posiciones en el ranking de una página web. Ella hace lo que sus seguidores le piden a cambio de unas monedas virtuales que le ayudan a subir de posición. Un día se levanta y ve que su cuenta de usuaria está bloqueada, que no puede acceder a su web, y que además está emitiendo en directo una chica idéntica a ella que por lo visto tiene más fama porque sube cada minuto más posiciones. Primero Alice cree que la página web está fallando, pero luego ve que no es así. Esa persona interactúa con sus seguidores y hace shows nuevos. Aquí Alice se desmorona sin saber que está pasando, sin saber cómo reaccionar ni cómo entender todo eso, así que decide investigar. Se pasa días haciendo lo imposible para obtener una respuesta. Finalmente, Alice consigue verse cara a cara (mediante videollamada) con su réplica. Ese clon es un virus informático que recoge todos los datos y grabaciones de Alice para crear una copia perfecta de ella, así que la joven hace delante de la cámara lo que no ha hecho nunca. Por ejemplo, se golpea con la mesa hasta romperse la nariz  y así gana el juego. Cuando consigue recuperar su cuenta, la elimina cortando de raíz ese mundo. En este momento se da cuenta de todo el peligro.

Como podemos ver es un suceso exagerado de nuestra realidad actual, pero, ¿acaso no puede pasar? Estamos en una época en la que conocemos más a personas virtualmente que en la propia realidad y todos queremos fama a través de las redes sociales. La historia de Alice es uno de los problemas que puede provocar internet, de hecho, muchas veces hemos visto en Instagram a personas a las que les han robado la cuenta. Y Lo peor es que quien ha conseguido jaquear esa cuenta, ha hablado con diferentes personas haciéndose pasar por el dueño de la cuenta. Puede parecer una estupidez, pero no lo es.

Internet permite que te crees una cuenta e interactúes en cualquier red social, pero, ¿quién dice que en esa cuenta tengas que ser tú mismo? Muchas personas quieren evadirse de su realidad, bien porque no les gusta o por las diferentes razones que puedan tener, así que se crean un perfil falso. Un hombre de cincuenta años puede hacerse pasar por una adolescente de 16 e intentar hacerse amiga tuya y conocerte en persona. Existen múltiples casos de niñas desaparecidas, raptadas por este tipo de personas.

No somos conscientes del peligro que puede tener internet realmente, ni tampoco nos queremos dar cuenta. Con el ejemplo de Alice en la película se ve claramente. Su hermano le dice más de una vez que tuviera cuidado con ese tipo de negocio, pero ella no hace caso, solo quiere ganar dinero y seguir con su vida. No veía realmente el peligro.

Como conclusión quiero recalcar que hay que ser conscientes de lo que es realmente internet o una red social. Publicas tu vida, y una persona a la que no conoces de nada puede saber absolutamente todo de ti. Una vez que subes una foto tuya a internet, ya no es solo tuya.

 

Videojuego: EL MUNDO SEGÚN LA ROBÓTICA. DETROIT BECOME HUMAN 

Gema Gutiérrez. 2º de bachillerato


 
El tema de la robótica siempre ha estado presente en la humanidad desde aquella ave mecánica “la paloma”, creada por Arquitas de Tarento hasta hoy en día donde tenemos androides e inteligencias artificiales con las que somos capaces de mantener una conversación sencilla. Resulta de tanto interés este tema que ya se han hecho infinidad de series y películas al respecto como A.I. Inteligencia Artificial o Yo, robot.

En relación a este tema quiero comentar un videojuego llamado Detroit: Become Human(Play Station 4 2018) centrado en las distintas vidas de tres androides en un mundo futurista. Estos seres artificiales se dedican a cubrir distintos roles que en un principio podría desarrollar un humano. La única diferencia visible entre androides y humanos es un pequeño led que se encuentra a un lado de la frente. La dinámica principal del juego se basa en que las decisiones que toma el jugador son importantes, creando un juego de efecto mariposa donde pueden salir multitud de finales muy distintos.

El primer protagonista del que voy a hablar es Markus, un androide con función de asistente. Su dueño es Carl Manfred, un importante artista. Después de un conflicto con el hijo de su dueño, Markus se convierte en divergente (androides que son capaces de sentir y que tienen la libertad de decidir como si fuesen una persona de carne y hueso) y se ve solo en un mundo en el que los androides son menospreciados y maltratados todos los días por los humanos. Al ver esta situación, Markus junto a otros divergentes, empieza una revolución (pacífica o violenta, según el gusto del jugador) que crea una gran alarma social en este Detroit futurista

La siguiente protagonista es Kara, una ginoide asistenta doméstica, propiedad de Todd Williams. Después de ver a este intentar pegar a su propia hija Alice, Kara decide escaparse con ella de esa casa convirtiéndose en una divergente. Tras la huida, el objetivo de Kara y Alice es llegar a Canadá, donde podrían vivir una vida tranquila al no existir leyes específicas sobre androides.

El último protagonista es Connor, un androide policial enviado por la corporación creadora de los androides llamada CiberLyfe con la misión de ayudar al teniente Hank Anderson, un policía veterano con problemas con el alcohol, con tendencias suicidas y que odia a los androides. Connor se encargará de varias investigaciones sobre brotes de androides divergentes haciendo que poco a poco dude de sí mismo y puedas elegir entre que siga siendo fiel a los humanos o que se convierta en un divergente. En el caso de seguir fiel a los humanos, Connor tendrá la oportunidad de acabar con toda la revolución que su propia especie ha creado, y en el caso contrario, si Connor traiciona a los humanos, este se unirá a la revolución.

Aunque estemos muy lejos incluso de que los androides crucen lo que se llamaría el “valle inquietante” (sentimiento de rechazo al ver que algo que se asemeja mucho a un humano), puede que dentro de unas cuantas décadas podamos llegar a tener una sociedad totalmente robotizada. En la actualidad ya existen robots que nos ayudan con distintas misiones como podría ser el rescate de personas, la exploración de nuestro propio planeta e incluso la exploración del espacio exterior. Se han diseñado robots capaces de hacer una cirugía o los dedicados a la producción de bienes de consumo, etc. Incluso existen androides capaces de gesticular emociones en su cara como Affetto, el niño androide que expresa dolor o Sophia, que a día de hoy es de las ginoides más avanzadas del mundo, ya que su inteligencia artificial le permite aprender y de esta forma es capaz de mejorar sus respuestas para interactuar con los humanos.

Dado que todo esto en la actualidad, ¿cómo vamos a negar la posibilidad de que nos encontremos androides trabajando como si fueran personas normales en un futuro no realmente lejano? Los robots se convertirán en una mano de obra barata que quitarán miles por no decir millones de puestos de trabajo a los humanos, y cabe la posibilidad de que una realidad como la de “Detroit: Become Human” no esté tan lejana a nosotros.

“PARA CIRCUNSTANCIAS EXCEPCIONALES, SOLUCIONES ORIGINALES”

 

El 2020 se despide sin llevarse consigo al virus que le ha acompañado desde su llegada. Mirando con retrospectiva y comparando este curso con años anteriores, a nuestra mente nos viene constantemente una afirmación categórica: excepcionalidad. Sí, esa misma excepcionalidad que nos trae a vueltas con el dispensador de gel hidroalcohólico, la mascarilla, las ventanas y hasta los pasos que damos en una dirección u otra.

Sin embargo, la excepcionalidad nos brinda también oportunidades interesantes. Que nuestros estudiantes anhelan volver a la vida “prepandémica” es cierto. Que algunos docentes reflejamos nuestro pasado en el presente de nuestros alumnos no lo es menos. Por lo tanto, y dado que lo de volver atrás de momento es una solución poco factible, el pasado 11 de diciembre optamos por romper con la rutina. En el marco de una actividad titulada Interpretación del arte románico riojano. Una aproximación al aprendizaje situado, presentada por el Departamento de Geografía e Historia en consonancia con el de Artes Plásticas, veinticinco alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato y dos profesores dedicamos la jornada a conocer, un poco mejor, el patrimonio románico de nuestra comunidad.

Metro y medio presente y mascarilla en cara, el autobús salió a las 8:30 de la mañana dirección a La Rioja Alta. La primera parada fue el Monasterio de Suso (San Millán de la Cogolla), cuna del castellano y lugar emblemático para los ascéticos. Acompañados de nuestra guía, pudimos conocer de primera mano su historia, anecdotario y técnica constructiva. Lo más difícil era, sin duda, ponerse en la piel de aquel San Millán de los siglos V y VI d.C, que se ganó el apelativo de Santo a base de bien, porque vivir en semejantes condiciones y hacerlo hasta los 101 años no está al alcance de cualquiera. No obstante, más allá de la leyenda, nuestros alumnos pudieron interpretar ese románico que protagoniza la importante remodelación del templo por parte de Sancho III de Pamplona, el propósito de nuestra visita.

Con el propósito cumplido, llegó el turno de partir y conocer nuestro siguiente destino. Un destino tan importante para nosotros como lo era para cualquier peregrino que se embarcaba, en los albores del año 1000, en la aventura de hacer cientos de kilómetros para llegar al lugar donde descansaban las reliquias del apóstol Santiago. Más que nada, por si se cumplía el milenio y el mundo se acababa de verdad, que por lo menos a los sacrificados les pillase en condiciones de ser salvados. Hablamos de Santo Domingo de la Calzada. Sí, “donde cantó la gallina después de asada”. Y aquí nuestros alumnos de Historia del Arte de 2º de Bachillerato se iban a convertir en guías profesionales del románico. Con ellos, nos introdujimos en el Camino de Santiago Riojano, interpretamos la cabecera románica de la Catedral y conocimos de primera mano la famosa leyenda del gallo y la gallina. Evidentemente, no podíamos finalizar la visita sin saludar a la única pareja a la que el celibato eclesiástico sigue sin afectarle: el gallo y la gallina de la Catedral, de los que, incluso, algún alumno se aventuró a adivinar su linaje para satisfacer los gustos extravagantes de su profesor. Con los deberes hechos, era el momento de regresar y disfrutar del fin de semana. Hasta la próxima.

 Enrique Fernández Martínez