3 de abril de 2019

RELATO GANADOR DEL CONCURSO DE SAN JUAN BOSCO

Una oferta tentadora     

Sara Herce 4º A


Juan era un chico muy tranquilo. Estaba cursando cuarto de la E.S.O. y estaba muy centrado en los estudios. Juan podría ser descrito como el hijo perfecto: pero su madre, sin embargo, no estaba tranquila pues, a diferencia del resto de madres, ella estaba más preocupada por la vida social de Juan que por sus calificaciones.
 A menudo discutían sobre estos temas. Desde que comenzó a centrarse en el instituto, había dejado de lado a sus amigos y únicamente quedaba con ellos algún fin de semana, si no había exámenes próximos a la fecha. En un intento de su madre por poner solución a este problema, le propuso que se uniese al equipo de fútbol del instituto. Aquella idea cabreó mucho a Juan, pues odiaba el fútbol visceralmente y aquello le había causado ya muchos problemas con otros chicos. Aun así, su madre insistió y le explicó que debía hacer ejercicio para estar en forma y mantenerse despistado algún rato.
Juan se informó de los beneficios que tenía hacer al menos una hora de deporte al día, y tras varios pensándolo, decidió apuntarse junto a sus amigos al equipo de futbol del instituto. Todos se sorprendieron, pues sabían que diaba el fútbol y siempre se había negado a jugar.
Durante los primeros días llegaba a casa cansado y cabreado, y estuvo a punto de dejarlo varias veces. Pero después de jugar el primer partido, comenzó a interesarse más por el equipo. Se pasaba las tardes pensando en entrenar para el partido. Había cambiado mucho su percepción del futbol, pues desde el sofá de casa ver un partido le resultaba de  lo más aburrido, pero jugarlo era totalmente distinto.
A pesar de ser el último en llegar, Juan comenzaba a destacar en el equipo. Un día el entrenador reunió a los chicos para comentarles que había un ojeador de un equipo importante que estaba interesado en verles jugar. Él no le dio ninguna importancia, simplemente siguió disfrutando y riendo mientras jugaba con sus compañeros. Un par de semanas después, la madre de Juan recibió una llamada del entrenador: le citaba después del entrenamiento para comentarles una cosa. Ninguno de los dos lo esperaba; pero el entrenador le dijo que le habían visto jugar y tenía mucho potencial. Por ello, el ojeador había solicitado llevárselo a jugar a su club en las categorías inferiores. Al principio, le resultó muy interesante, pero no aceptaba la idea de tener que irse a vivir a otro lugar y comenzar sus estudios allí.

Juan, después de pensarlo bastante, decidió que iba a rechazar la oferta, pues se dio cuenta de que lo que realmente le gustaba del futbol eran su equipo, sus compañeros y el ambiente en el que jugaba. Después de todo, Juan sabía que no quería ser un jugador profesional y lo que más claro tenía era que no quería volver a separarse de sus increíbles amigos.

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