Mayka
Fernández nos relata su día a día con el ‘coronavirus’ que se ha cobrado la
vida de su madre Chelo
DAVID LOSANTOS / 24 MAYO. Hoy hemos contactado con Mayka Fernández,
integrante de una de las familias residentes en Calahorra que se han visto
afectadas directamente por el COVID-19, una entrevista en la que nos cuenta
cómo ha vivido en primera persona a lo largo de estos dos últimos meses esta
dura experiencia del coronavirus: desde sus miedos a su tristeza por el fallecimiento
de su madre Chelo Martínez a los 87 años de edad, pasando por cómo ha cambiado
su día a día en estos dos últimos meses y su ‘nueva’ forma de ver la vida.
¿Cuántos
miembros de tu familia se han visto contagiados? ¿Quién fue el primero?
En mi familia somos un
total de 17 personas contando a mis padres, los 4 hijos con sus respectivas parejas
y los nietos. De los 17 hemos sido positivos confirmados con PCR 7, han tenido
síntomas sin confirmar 4 y 1 lo ha pasado asintomático porque en el test de
anticuerpos ha dado positivo pero la PCR fue negativa.
La primera en tener
síntomas fue mi madre, que empezó el 10 de marzo.
¿En
qué fecha más o menos empezasteis a tener síntomas?
Mi madre, Chelo, empezó
el 10 de marzo y le diagnosticaron bronquitis. Le pusieron tratamiento de
antibiótico para esa “supuesta” bronquitis y tuvo otros síntomas, además de los
típicos de bronquitis y coronavirus (fiebre, tos), como diarreas que en
principio asociaron al antibiótico. Mi hermana tuvo síntomas leves una semana
después, yo empecé a tener síntomas el
día 20 y el día 30 al haber fallecido mi madre el día anterior, me hicieron la PCR
y di positivo. Mi marido comenzó con síntomas leves el 23 y el resto de
afectados fueron teniendo síntomas entre medio de esas fechas (10 y 29 de
marzo) y también en los días posteriores.
¿Qué
medidas de seguridad tuvisteis que tener?
Aislamiento en una
habitación, llevar mascarilla tanto el infectado como el resto de la familia,
guantes cuando alguien entraba en la habitación, lavado de manos constante,
desinfección de la casa con lejía diluida, lavar la ropa a 60 grados, utilizar
cubiertos y vasos diferentes al resto, pañuelos de papel desechables. Cuando ya
todos dimos negativo también desinfectamos mi casa y la de mis padres con
ozono.
Sin
duda el momento más duro es el fallecimiento de tu madre, ¿cómo lo
sobrellevasteis?
La verdad es que fue
durísimo, por la pérdida, porque estábamos con la enfermedad, por las
circunstancias… no poder darnos un abrazo de consuelo unos a otros, no poder ni
siquiera acercarnos… cada uno lo sobrellevamos como pudimos, estando unidos y
pensando en mi padre, que era el que peor lo estaba pasando en ese momento.
Además dio la coincidencia de que mi madre falleció el mismo día de su
cumpleaños, el 29 de marzo, cuando cumplía los 87 años.
¿Pudisteis
celebrar el funeral?
Las circunstancias fueron
muy duras y, a pesar de ello nos consideramos ‘afortunados’. Mi madre falleció
a las 13.05 y a las tres de la tarde estábamos cerrando su nicho en el
cementerio. Fue brutal. No tuvimos tiempo de reaccionar, de asumir la pérdida,
de aceptar la idea de que no la íbamos a volver a ver. Pero a pesar de ello
tuvimos la ‘suerte’ de que falleciera en casa, rodeada de su marido y de sus
cuatro hijos, y también fuimos afortunados porque los cinco pudimos ir al
cementerio y despedirnos de ella.
¿Cómo
es ahora tu día a día?
Mi día a día ha cambiado
radicalmente. Al fallecer mi madre, mi familia y yo nos hemos trasladado a
vivir al domicilio de mi padre, ya que tiene 84 años, también ha pasado el Covid-19
y no puede estar sólo. El confinamiento ha sido muy complicado ya que yo me
vine a casa de mi padre a pasar la cuarentena con él, porque él también dio
positivo el día 30, y así poder cuidarlo y acompañarlo. Mis hijos y mi marido
se quedaron en casa y yo me fui a casa de mi padre y fue muy duro estar solos
mi padre y yo, los dos enfermos, y no ver a mis hijos durante un mes justo nada
más haber perdido a mi madre. Ahora que ya estamos todos juntos en la misma
casa es más fácil en ese sentido, pero nos ha cambiado la vida radicalmente,
por no hablar del hecho de hacer un traslado de domicilio en pleno
confinamiento…que también ha sido complicado y muy duro.
¿Ha
cambiado mucho tu manera de ver la vida ahora?
Sí. Ya no tengo miedo a
los cambios. Mi vida ha cambiado tanto en 2 meses que mi capacidad de
adaptación se ha ampliado de 0 a 100. Yo era una persona muy reacia a los
cambios y ahora veo las cosas de otra manera.
También he visto que la
vida es efímera, ya que mi madre pasó de tener una calidad de vida óptima a
fallecer en 24 horas debido a las secuelas que le dejó el Covid-19, por ello
ahora intento aprovechar cada momento que paso con mis hijos, con mi marido,
con mi familia, con mis amigos… porque no sabemos qué puede pasar mañana.
¿Dónde
o cómo creéis que os pudisteis contagiar?
No tenemos ni idea,
porque mi madre desarrolló los primeros síntomas el 10 de marzo que todavía no
había ni estado de alarma, así que lo pudo coger en cualquier sitio; el botón
del ascensor, la manilla de una puerta… porque ella salía muy poco, de casa al
huerto y del huerto a casa. Mi padre y yo lo cogimos en casa de mis padres, al
atender a mi madre, pero por ejemplo la familia de mi hermano lo cogió en otro
foco porque esos días no nos habíamos visto, y ellos lo han pasado los 4 y su
foco no ha tenido nada que ver con el nuestro… así que realmente no sabemos
dónde se pudo contagiar mi madre o dónde lo hemos cogido algunos de nosotros.
¿Crees
que la gente ahora tiene cierto “reparo” a estar con vosotros después de tener
coronavirus?
No, al contrario, la
gente está más tranquila sabiendo que ya lo hemos pasado… porque aunque todavía
hay muchas cosas que no se saben sobre el virus, y se habla de recaídas y de rebrotes,
la verdad es que la mayoría de las personas creemos que habiendo pasado el
virus es más difícil volver a cogerlo aunque no hay nada imposible.
¿Cómo
te encuentras ahora? ¿Tienes tú o algún familiar alguna secuela?
Yo estoy bien. Noto que
me canso enseguida al hacer cualquier esfuerzo pero en general estoy bien. Mi
padre sí que tiene algunas secuelas y sigue tomando medicación porque tiene la
analítica alterada todavía y tiene riesgo de trombosis. En general todos los
que lo hemos pasado coincidimos en que cuesta recuperarse; este virus te deja
muy ‘tocado’. Notas mucho cansancio y no terminas de encontrarte bien hasta
mucho tiempo después.
¿Sospechasteis
que podía ser coronavirus o pensabais que era otra enfermedad: gripe, alergia…?
Como ya te he dicho, a mi
madre le diagnosticaron bronquitis y la trataron como tal con antibiótico. El
resto sospechamos que podía ser Covid-19 en cuanto empezamos a tener síntomas.
¿Cómo
lo han llevado tus hijos?
Para mis hijos, que
tienen 12 y 8 años, fue muy duro, primero el confinamiento en sí, porque no
salir de casa y hacer ‘telecole’ ha sido un cambio importante al que han tenido
que adaptarse. La enfermedad de la abuela también les afectó, y por supuesto su
fallecimiento les impresionó muchísimo. Mi aislamiento y el de su padre también
han sido complicados para ellos, porque han estado 2 semanas prácticamente
solos en el salón mientras su padre y yo estábamos confinados cada uno en una
habitación. Y al final, estar un mes sin verme al trasladarme a casa de mi padre
para hacer la cuarentena con él, tampoco fue fácil para ellos. Se han dado
muchas circunstancias y no ha sido fácil para mis hijos en ningún sentido.
¿Os
sentisteis arropados, ayudados, desde el sistema sanitario?
Sí y no. En el caso de
mis padres la verdad es que sí. Tanto en la FHC (Fundación Hospital Calahorra)
en el servicio de urgencias y en la atención a domicilio, como su médico de
atención primaria han tenido un trato exquisito con ellos. Han estado
pendientes, han llamado por teléfono, realizado visitas a domicilio, han hecho
un seguimiento exhaustivo y el trato ha sido excepcional.
En mi caso fue algo
distinto. Yo soy funcionaria y no tengo seguridad social, sino mutualidad
privada, MUFACE. Al asumir el gobierno todas las competencias en sanidad, mi
médico de atención primaria ya no podía derivarme a los laboratorios y
servicios médicos que yo suelo utilizar, y al no tener seguridad social, nadie
se hacía cargo de mi derivación para realizarme la PCR por ejemplo. Tuve que
llamar repetidamente al 112 y al final, 10 días después de empezar con los
síntomas, al haber fallecido mi madre y acudir con mi padre a urgencias de la
FHC, volví a llamar y conseguí que me hicieran la prueba, pero todo resultó más
complicado.
Mi médico de atención
primaria me hacía seguimiento telefónico y el doctor de mis padres también,
pero la petición y realización de las pruebas en mi caso se retrasó muchísimo y
fue más complicada.
¿Qué
recomendaciones harías en este momento para ayudar a controlar esta pandemia?
Recomendaría a la gente
que sea responsable. Esto no es ninguna broma. Han muerto casi 29.000 personas
en España y el virus sigue estando aquí. Me duele mucho cuando veo a la gente ‘saltarse
a la torera’ las normas como establecer una distancia de seguridad o llevar
mascarilla, porque cuando a la tragedia le pones nombre y apellidos, como es mi
caso, donde una de las fallecidas en mi madre, la percepción es distinta.
En mi familia ya hemos
pasado el virus, y a pesar de ello salimos de casa con guantes, mascarilla, gel
desinfectante, y tomamos todas las precauciones posibles, por nosotros y por
los demás. Y cuando ves que hay gente que se lo toma a ‘cachondeo’, que no
respeta nada, que pone en riesgo su salud y la de los demás, duele, y duele
mucho, porque yo he estado enferma, en mi familia nos ha golpeado con fuerza y
mi madre ha fallecido por esto.
¿Hay
algo que te hubiera gustado cambiar o hacer de otra manera durante estos días tan
duros?
Cuando alguien cercano
muere siempre buscas una explicación, y siempre te planteas qué podrías haber
hecho de otro modo para evitar el fatal desenlace, pero la verdad es que, por
más vueltas que damos todos, poco hubiéramos podido hacer. Aunque le hubieran
diagnosticado Covid-19, desde el primer momento la evolución de la enfermedad
hubiera sido la misma o parecida.
Hemos tomado las
decisiones que en cada momento nos han parecido mejores siempre con el objetivo
de acertar y de hacer las cosas lo mejor posible y aunque a veces se podía
haber obrado de otro modo lo que hay que hacer es aprender para evitar que esto
vuelva a pasarnos en el futuro y minimizar las consecuencias.
En nuestro caso hemos
intentado ser responsables: a casa de mis padres no entraba nadie excepto mi
hermana y yo desde el día 9 de marzo. Mis padres no salieron a la calle desde
el 11 de marzo ya que mi madre empezó con febrícula el día 10. Hemos tomado
precauciones al ir a su casa, al salir a la calle…y a pesar de todo el virus
nos atacó y lo hizo con toda su fuerza.
Si teniendo cuidado estás
en riesgo, si no te lo tomas en serio mucho más. Así que, por favor,
RESPONSABILIDAD. El pasado no se puede cambiar, así que tomemos precauciones
para tener un futuro mejor.
Hasta aquí ha llegado
esta entrevista con Mayka Fernández, una calagurritana que ha vivido esta
excepcional situación en primera persona, y que nos deja ese último mensaje de
que hay que disfrutar cada momento como único y excepcional, porque en cuestión
de horas todo puede cambiar ‘del blanco al negro’ en tu vida. Un emotivo
homenaje a su madre, Chelo Martínez, víctima del coronavirus.
DAVID LOSANTOS 2º A
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