CELEBRAMOS EL DÍA ESCOLAR DE LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ
La Legión Cóndor alemana y aviones de combate italianos, en apoyo del bando franquista, bombardearon inmisericordes durante horas la villa vizcaína de Guernica hasta dejarla convertida en un esqueleto de cenizas.
El genio malagueño empezó a dar forma a su gran mural apenas unos días después del drama vizcaíno. En realidad, no se inspiró sólo en él. Hoy sabemos que las crónicas de un corresponsal francés sobre los bombardeos indiscriminados contra la población civil de Madrid en noviembre y diciembre de 1936 fueron el estímulo que llevó a Picasso a dar forma al mural, encargado por el Gobierno de la República para la Exposición Internacional de París de 1937. En todo el Guernica se reveló no sólo com una obra monumental, sino, más aún, como un icono universal sobre el terrible sufrimiento que todas las guerras, del signo que sean, infligen a la humanidad. El enorme óleo sobre lienzo es un alarido slencioso contra la barbarie, un símbolo antibelicista y pacifista. Su contundencia, el mensaje desgarrador que transmite y la leyenda que le rodea han convertido al Guernica en un emblema universal, cuya importancia trasciende lo artístico.
Las ocho décadas transcurridas desde que Picasso pintó su mural no han hecho sino engrandecer su simbolismo.
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