24 de marzo de 2023

EL ACERTIJO (PREMIADOS CONCURSO LITERARIO SAN JUAN BOSCO 22-23)



 Hola, soy Eveline y tengo 16 años, te voy a contar lo que paso en el IES Valle del Cidacos, el misterio

que aún sigue en pie y para eso tenemos que retomar 3 años atrás...

*sonido de alarma* Me levanté agitada de la cama y le di un fuerte golpe al despertador. - M@#rda,

es el tercer despertador que rompo. -

Era el primer día de instituto en 2º ESO, en el pueblo que acababa de mudarme hace un par de

meses, debido a que mi madre había encontrado trabajo aquí. Mire la hora del despertador,

marcaba las 7:00, me levanté tranquilamente de la cama, me lavé los dientes y fui abajo a

desayunar, en la cocina se encontraba mi madre preparándome el desayuno. - ¡Buenos días Eveline!

¿Emocionada para el instituto? - Preguntó alegremente. - Hola mamá... - dije con una voz

somnolienta. - Sí, estoy muy emocionada... - mencioné con un tono sarcástico. Mi madre me miró y

tras eso soltó una pequeña carcajada. - Bueno, desayuna y te llevo al instituto, mientras estaré

esperando una importante llamada. - Tras decir esto, me senté en la silla de la cocina a empezar a

desayunar, mientras lo hacía me desconcentré y me quedé mirando a un punto fijo y debido a eso,

cuando sonó el teléfono, me asuste, haciendo que casi me cayera de la silla, mi madre respondió al

teléfono y yo me levanté a dejar el plato en el fregadero y subí a mi habitación a prepararme, para

cuando baje, mi madre ya estaba esperándome al lado del coche, me subí a él y nos dirigimos al

instituto.

Aunque mi madre quería que hiciese amigos, ese no era mi plan, yo pensaba en pasar desapercibida,

como si no estuviera, yo no era muy extrovertida así que usaría eso a mí favor.

Al llegar mi madre se despidió de mi con un abrazo deseándome buena suerte, yo se lo correspondí

y me dirigí hacia la clase indicada en una carta que me enviaron hace un par de semanas, al llegar,

todo era un alboroto, estuches voladores, gente por las ventanas, yo procuré sentarme en una de las

mesas más apartadas de todos sin que se diesen cuenta de mi existencia, tras conseguirlo, minutos

después entro la maestra y todos se acomodaron en sus sitios elegidos. El resto de la clase fue

explicando lo que se haría ese curso y como nos evaluarían, fue todas las clases así hasta la hora del

patio. Mi idea para el patio era pasarlo en la biblioteca y así fue, al llegar había solamente un chico,

este tenía pelo azabache y unos ojos azules, tenía cara de que nada le importaba, pero lo ignore,

cogí un libro extraño que captó mi ojo, este no tenía portada, al abrirlo este tenía sus páginas en

blanco, esto me desconcertó, pero a vez me interesó, había visto varios documentales policiacos

como para pensar que era tinta invisible, el chico misterioso clavó su mirada en mí y susurró algo

que no entendí muy bien. - ¿Perdona? - dije mirándole directamente a los ojos. - ¿Eh? - fue lo único

que salió de su boca. - Sé que has dicho algo y no te he entendido. ¿Puedes repetirlo? - Dije ya

irritada por su ignorancia. - He dicho que eres interesante. Normalmente ese libro lo habría dejado

cualquier persona nada más abrirlo de lo aburrido que es. - Dijo bastante irritado porque le había

descubierto. - ¿Aburrido? Las páginas están en blanco. - Respondí interesada en lo que había dicho,

de repente su mirada cambió de seria a desconcertada, normalmente nadie lo notaría porque su

cara es como un muro liso, pero yo lo noté, este chico se levantó rápidamente e iba a salir por la

puerta cuando le pregunté. - ¿Cómo te llamas? - él se giró una última vez antes de irse sin

responder.

El resto de clases transcurrieron de igual manera y en un abrir y cerrar de ojos estaba ya en casa. Mi

madre me preguntó qué tal me fue, yo me dediqué a responderle solamente con un: ¡Bien!,

ignorando lo ocurrido en la biblioteca. El libro en blanco lo tomé prestando de la biblioteca y lo dejé

sobre mi escritorio, saqué una luz violeta que me regalaron un día y lo puse sobre este apagando las

luces, pase y pase las páginas, no apareció nada hasta que en la última página aparecía un mensaje,

el único de todo el libro que decía: ´´Cuando la luna brille en lo más alto, el lugar donde marque las

cuatro direcciones se abrirá.`` Era un acertijo y sabía que estaba relacionado con el instituto, estaba

decidida en descubrir lo que se escondía tras el mensaje, pero no sabía lo que me esperaría y era

algo pero que muy gordo...


CONTINUARÁ


Laura Elena Groza 2ºC

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