13 de marzo de 2024

RESEÑAS CONCIERTO B-VOCAL

 A principios del mes de marzo, alumnado de Música de 2º, 3º y 4º de ESO viajó a Logroño para acudir al concierto de B-Vocal. 


A continuación encontraréis algunas reseñas redactadas por los asistentes:

Ana Ruíz Martín (4º ESO): "Hola Rosa: primero, gracias por hacer esta excursión porque ha sido muy entretenida y divertida, ya que aparte de tener temas sobre la historia de la música que normalmente lo sentimos como algo aburrido y de estudio, al tener partes de humor se ha hecho muy entretenido el espectáculo. Me ha hecho mucha ilusión saber que recordaba la música de la que hablaban y estar con mis amigos viéndolo ha hecho que la actuación fuera mucho mejor."

Adriana Martínez Redondo (3º ESO): "El concierto de B Vocal ha sido muy interesante y en lo personal me ha gustado bastante.
Nos explicaban la historia de la música desde los principios de los tiempos hasta la actualidad.
Han utilizado conceptos muy amplios y con una pizca de humor para que sea más llevadera la teoría.
Y han cantado canciones bastantes chulas.
¡Recomiendo totalmente ir a verlos, te echarás unas risas y aprenderás cosas muy interesantes!!!!"

Amanda Alesanco (3º ESO): "A mí me ha parecido esta actuación muy entretenida y muy divertida ya que he podido refrescar mis conocimientos sobre toda la música a lo largo de la historia y me ha hecho mucha ilusión ver que conocía todo ese tipo de música. A parte me ha parecido un espectáculo muy entretenido y gracioso por las pelucas y por cómo imitaban todo y me ha sorprendido la habilidad que tienen con voz y se me ha pasado rápido y también he estado a gusto por haber podido ir con mis amigos. Gracias."

Naia Ochoa (3º ESO): "B Vocal es un grupo el cual es imposible pasarlo mal, es muy divertido y productivo, también es educativo y las representaciones desde el comienzo de los sonidos hasta la música de hoy en día.
B Vocal es impresionante, el beatbox es alucinante tanto los agudos como los graves si pudiera repetir esta experiencia, lo haría ya que son un grupo magnifico."

Eneko Ciordia (3º ESO): "En esta obra de teatro de b vocal nos representa cómicamente cómo la música vocal ha evolucionado a lo largo de la historia cantando y representando las obras y los compositores más famosos de la época."

Laura Elena Groza (3º ESO): "B vocal, un grupo de 5 miembros excepcional que capta la atención con cada sonido que representan, expresivos y que simplemente son imposibles que te aburras ya que son sorprendentes.
Nos cuentan la historia de la música desde el principio del sonido hasta nuestros tiempos con canciones increíbles y de hermosos poetas, si pudiera venir otra vez como la primera vez, lo haría."

Mei Velar Herrera (3º ESO): "Una experiencia única con humor y a la vez te cuentan la historia de la música, mientras te cantan algunos temas de esa época metidos en el papel con un toque de humor de estos tiempos. Muy bueno para recordar las épocas, cuando empezó en la edad media, pasando por los diferentes estilos como el jazz, rock, los diferentes tipos de canto en el renacimiento, el barroco y sus óperas, la música clásica con Mozart entre otros músicos reconocidos, y todos los estilos musicales a través de la historia con sus vocales e imitaciones de diferentes instrumentos de cuerda, viento, percusión etc. Se te pasa ameno, muy entretenido y muy divertido para mí."


6 de marzo de 2024

RELATOS GANADORES DEL CONCURSO LITERARIO DE SAN JUAN BOSCO 23-24

 VALOR EN DESCOMPOSICIÓN


El tiempo pasa excesivamente despacio.

No tenía ni idea de cómo completar mi novela. Cada vez que la leía sentía que no estaba aportando nada nuevo. Todo lo que pienso, imagino y relato eran historias ya contadas, vivencias ya pasadas. Mi mente no tenía espacio para nada más, ya que estaba compuesta por pedacitos de cultura que había ido adquiriendo a lo largo de los años, sin dejar espacio para expandir.

La novela tampoco tenía que ser brillante, al fin y al cabo, era sólo un proyecto escolar que nadie recordaría. Tampoco yo volvería a mencionarlo, por lo que pasaría a ser una de esas vivencias ya pasadas pero, en este caso, enterradas. No podía hacerle justicia a mi pensar. Ya podía visualizar perfectamente lo que iba a ocurrir.

Yo, enfrente de toda la clase, con las manos temblorosas sujetando un papel lleno de tachones y arrugas, reflejando la poca estabilidad puesta en el proyecto. La profesora, mirándome fijamente y, no porque le interese de verdad lo que estoy narrando, sino porque es su trabajo. Posiblemente escuchará el principio, mientras se pierde poco a poco en su mundo durante el desarrollo, para pasar a un despertar casi inmediato mientras doy paso al desenlace.

Finalmente, anotará un número en su libreta. Es increíble lo que conllevan dichos números, aunque todos lo hemos asimilado ya, haciendo que hasta nos sintamos perdidos frente a su carencia. Por otro lado, mis compañeros. Ellos permanecerán en sus sillas. Unos mirándome, aunque su mirar esté traspasando mi figura y llegando a otros rincones que nada tienen que ver con mi lectura; otros haciendo deberes de otras asignaturas (no les culpo, yo a veces también sufro un proceso de deshumanización en el que me convierto en una máquina que sólo busca realizar lo ordenado); hasta llegar a alguno que sí está escuchando, no porque se sientan conmovidos, sino porque buscan razones para sentirse mejor con su propio trabajo, resaltando cada uno de tus fallos y exteriorizándolos a modo de risa, miradas de complicidad o suspiros. Al terminar, todos aplaudirán, lo cual ha perdido totalmente su significado. Es un movimiento automático, sin sentido alguno, casi haciéndolo parecer una invitación a sentarte ya que ya han oído suficiente.

Mucho peso le estoy dando ahora, pero esa reacción ni polvo será. Al llegar a casa no tendré reacción alguna. No hay satisfacción, poniéndola en una vitrina o meramente guardándola con cuidado; pero tampoco hay descontento, no haré el esfuerzo de sacarla de la mochila para romperla o tirarla. Se quedará ahí. Si fuera un ser humano estoy segura de que su pena y lamento serían tan grandes que no moriría por causas de deshidratación, sino ahogada en su propio llanto. No se moverá, no hará ningún ruido. Se perderá en la eternidad física y espiritual, ya que tampoco formará parte del recuerdo de nadie. No será. Su valor no existirá.

Así pasarán los años, llenos de ese tipo de escritos. Ninguno permanecerá. Habrá similitud con mi propia vida. Todo se irá, junto a mi aliento por mucho que yo no quiera. Nadie aquí merece suficientemente la pena como para ser salvado por un ente superior. Ni siquiera nosotros mismos lo haríamos, ya que en el fondo somos conscientes de nuestro valor, el cual lleva siendo un número desde que nacemos hasta que nos pudrimos. Igual que aquella redacción que escribimos en un curso que no volverá a ser mencionado. Descompuesto, sin número, porque eso ya implicaría darle demasiada atención e importancia. No somos nada, y nunca expondré esto con el valor e implicación que encuentro en esos pedacitos de cultura que tengo incrustados. No recitaré poemas como en “El club de los poetas muertos” ni contaré una historia desgarradora desde el corazón aunque tenga consecuencias mortales, como en “Napola”.

No pido vivir una tragedia, pero sí ser capaz de contarla en primera persona, consiguiendo la atención y compasión de todos los que la escuchen. En fin, dudo que mi esfuerzo ante la novela sea apropiadamente juzgado y recompensado, así que la termino como quien vive su vida colgado de la inercia. Todo pasará al igual que lo he redactado, haciendo que este pequeño papel con mis pensamientos sufra el mismo destino. En todo momento estaba en mi casa, y bajé las escaleras, comprobando que todo seguía igual. Nada cambiaría, ni nada haría que cambiara. Tampoco esperaba que lo hiciera, sólo quería continuar paso a paso con el destino que se me había asignado. Siempre me quedaría con ese número, y ya lo había empezado a aceptar. 

 

 

Irune Lorente Alcalde