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20 de febrero de 2024
RELATOS GANADORES DEL CONCURSO LITERARIO DE SAN JUAN BOSCO 23-24
DESCUBIERTO POR ACCIDENTE
RELATOS GANADORES DEL CONCURSO LITERARIO DE SAN JUAN BOSCO 23-24
ALGUIEN DE COMEDIA
Estaba en casa y bajé las escaleras.
¿Qué divertida la vida, no?
¡Qué divertido es tener hermanos!, ¿no? Más siempre es mejor.
¡Qué divertido es el estrés!, ¿no? Cuanto más lo acumules, peor explota.
Cuando solo te llaman para que les hagas de silla humana… No lleves la contraria. Si no, te harán trizas física o mentalmente. Los cobardes son los que para defenderse necesitan las manos.
Cuando explotes en un mar de lágrimas, dirán: "no llores”, “para ya”, “no te hagas la víctima”, “no ayudas aquí”,...
¡Qué divertido es que te hagan quedarte como el malo, bromeen de tus problemas y jueguen con temas delicados! Yo solo me callo.
Aguanto las lágrimas.
No tengo ganas de vivir ni de seguir, me siento vacío, como las patatas del supermercado.
La comedia es mi escudo, mis juguetes mi espada. Irónicamente alguien cuya personalidad no convence es la única que acompaña. No se hacen amigos en segundos.
Siento que no les importo, oculto todo con locura y comedia.
Empezó todo en las escaleras. Solo me dan ganas de llorar, reír,...
Santiago Gil Espinosa
RELATOS GANADORES DEL CONCURSO LITERARIO DE SAN JUAN BOSCO 23-24
Era una noche sombría y lluviosa. Mis padres, Carla y Luis, salieron a una cena de trabajo. Yo me quedé en casa con mi hermana pequeña, Sofía. Mi hermana tiene 5 años y nunca se había quedado en casa sin mis padres, pero yo ya tenía 13 años y mis padres decidieron que ya era mayor para ocuparme de ella.
Cuando mis padres salieron por la puerta, mi hermana empezó a llorar a mares, no sabía que hacer porque nunca me había quedado a cargo de mi hermana, pero recordé el truco de mi madre para esto, ponerle sus dibujos favoritos. Encendí la tele y me senté junto a mi hermana en el sofá y gracias a Dios dejó de llorar.
A los 30 minutos se quedó dormida así que la cogí en brazos y la subí al piso de arriba que es donde están las habitaciones. Cuando la metí en la cama, me metí en mi habitación a ver mi serie en el ordenador. A los 20 minutos escuché un ruido extraño. Decidí bajar afuera a ver si pasaba algo, después de dar una vuelta por el jardín, entre en casa. Ya estaba en casa y bajé las escaleras al sótano y lo que vi me dejó perplejo, eran mis padres preparando mi fiesta de cumpleaños, ya que al día siguiente cumplía 14 años.
Mis padres al verme me dijeron que había arruinado la sorpresa para mí cumpleaños. Yo me reí al ver una expresión de enfado y tristeza en su rostro y les dije que no pasaba nada y estaba feliz y emocionado igualmente. Justo después bajó mi hermana y se puso a cantarme cumpleaños feliz junto a mis padres, entonces miré el reloj y ya era medianoche, lo que significa que ya era mi cumpleaños. Cuando terminaron de cantar nos dimos un abrazo y les dije que tenía mucha suerte de tenerlos como familia.
Paula Ezquerro 2ºA
5 de febrero de 2024
TIRAR DE LA LENGUA Y EL CLUB DE LECTURA DEL INSTITUTO
Desde el proyecto Tirar de la Lengua ofrecemos a nuestros estudiantes un gran número de actividades para que aprendan a apreciar la literatura en todas sus formas.
Por ello, cada trimestre organizamos clubs de lectura para diversos niveles con libros que puedan ser de su interés, con argumentos que se adecúen a la etapa que están viviendo o a los estudios que cursan.
Durante este trimestre, estas son las cinco lecturas propuestas que esperamos que disfruten, dándoles la oportunidad de debatir con sus profesores y profesoras y sus compañeros y compañeras para compartir opiniones y aprendizajes.
RELATOS GANADORES DEL CONCURSO LITERARIO DE SAN JUAN BOSCO 23-24
Mi padre siempre
fue una persona de carácter fuerte, agresiva, y además, alcohólico. Su padre
era igual que él, por lo que entiendo que fuera así...Pero, ¿por qué mi padre
no quiso cambiar? ¿Acaso hay personas que están destinadas a ser como son y no
pueden cambiar?
Por otro lado,
mi madre no se dejaba llevar por sus emociones. Ella era una persona amable,
cariñosa, bondadosa, disciplinada, inteligente, y otras muchas cosas que nadie
en este mundo podría llegar a ser... Sin embargo, ¿sirve de algo ser bueno?
Cuando tu vida termina, ¿acaso todo lo que fuiste e hiciste importa?, ¿acaso
alguien te recordará?
En un día gris,
frío y lluvioso, a la edad de 11 años, estaba en casa y bajé las escaleras.
Recuerdo que estaba escuchando mi música favorita mientras hacía los deberes,
tan difíciles, de matemáticas que mi profe mandaba cada día para casa. Por una
parte, estaba feliz, porque siempre agradecía lo que mi madre me daba y hacía
por mi: un techo bajo el que vivir, comida, tiempo conmigo, ayuda con los
deberes...Pero ese día me dijo que no podía ayudarme. Por otra parte estaba
triste y enfadado, ya que odiaba que mis padres siempre discutieran y también
odiaba ser tonto, porque nunca fui un chico de buenas notas, y temía que cuando
creciera no consiguiera un buen trabajo, como fue el caso de mi padre.
El caso es que
bajé las escaleras porque aun con los cascos puestos, oí unos ruidos fuertes
que provenían de la cocina. Una vez abajo, me quedé anonadado, en shock. Mi
mente no podía procesar lo visto en ese momento: mucha sangre esparcida por el
suelo, con un cuerpo que parecía el de mi madre, y mi padre con un cuchillo en
la mano y lleno de sangre. Me empezaron a salir lágrimas de los ojos, pero lo
que pasó después de esto me dejo aún más trastornado: “Lo siento mucho,
Marcos...Por todo” y mi padre se suicidó delante de mí.
Odio mi vida,
odio que la gente no pueda cambiar, o que no lo intenten... Odio estar
condenado a sufrir por otras personas. ¿Acaso merezco este sufrimiento? Creo
que va siendo hora de descansar de una vez por todas.
DANIEL CARVAJAL, 1º BACHILLERATO.