21 de enero de 2025

OPOSITAR Y OTRAS FORMAS DE MORIR (NUEVA CHARLA DE BACHILLERATO DE INVESTIGACIÓN)

 “Opositar y otras formas de morir”. Así es como Alba San Vicente, profesora del Departamento de Historia en el IES Valle del Cidacos, comenzaba su exposición sobre su experiencia opositando para acceder a su puesto. De hecho, Alba se refiere a sí misma como una superviviente de las oposiciones. Su charla comenzó exponiendo el significado y las características más teóricas de las oposiciones.


Posteriormente, para ilustrar de la mejor forma posible la esencia de las oposiciones, la ponente decidió ilustrarnos con su experiencia personal. Ella, en concreto, siempre ha opositado para ser profesora de Geografía e Historia. Tras acabar su carrera, comenzó su andadura en el mundo de las oposiciones, concretamente, en las de Aragón del año 2014. Contó que apenas había salido de la carrera y, por lo tanto, apenas estudió para ellas. Se las tomó como una prueba para tantear el terreno e ir conociendo cómo era presentarse a una oposición. Tras esto, se presentó a otras oposiciones en 2015, en este caso en La Rioja. Sin embargo, tampoco pudo estudiar mucho y no las aprobó. Llega un punto de inflexión para Alba cuando se vuelve a presentar a las oposiciones en Aragón.


Esta vez, había estado un año dedicándose en cuerpo y alma a esta prueba. Fue un gran chasco para ella descubrir que, a pesar de todo su esfuerzo, no las había aprobado. Es en este momento cuando se da cuenta y así nos lo aconseja, que no es aconsejable obsesionarse y dedicar todo tu tiempo en un examen, sino que hay que saber compatibilizar. Tras su largo bagaje opositando llega a las oposiciones de La Rioja de 2022. Finalmente, consiguió aprobarlas y desde entonces es profesora en este instituto, el Valle del Cidacos.


Además de su explicación, tuvimos la oportunidad de poder hacer a la ponente, Alba San Vicente, algunas preguntas sobre su trayectoria no solo como profesora, sino también como opositora. 

A nuestras primeras preguntas, ¿a qué edad decidiste comenzar a opositar y, las razones de hacerlo?, Alba nos contaba que, a nivel personal, fue una decisión que tomó el último curso de bachillerato, días antes de enfrentarse a la prueba de acceso a la universidad, que recibía el nombre de EBAU. Antes de tomar esta decisión, su futuro iba a estar dirigido hacia una rama de Economía, pero, escogió estudiar algo con lo que de verdad estaba satisfecha, en el plano profesional, de interés y autorrealización. Esto fue, la Historia. 

También nos habló de diversas convocatorias a las que se presentó, destacando las de 2018 y 2023, donde tuvo un espacio de tiempo suficiente para darse cuenta de que podía cambiar algo, por eso le preguntamos acerca de los hábitos que modificó para conseguir lo propuesto. Su respuesta era clara, «no se puede controlar todo», y destaca la importancia de despejar la mente, socializar y desconectar de la oposición para percatarse de que la vida no se basa solo en esta prueba y que hay situaciones peores y que de verdad son una adversidad. 

La tercera pregunta, su opinión sobre los requisitos para poder acceder a la oposición y en concreto, la necesidad de la nacionalidad española, dejaba entrever una faceta más personal de ella. Aclaraba que era un mero criterio de criba, que se da en todos los puesto de Administración del Estado, que asegura, en cierta manera, un control de la calidad de los servicios a ofrecer y que, a pesar de que pueden ser, o no cuestionables, no puede hacerse nada para evitarlos. 

Continuando por como vivió ella los años de oposición, decidió hablarnos de su experiencia compaginando trabajo y estudio. En este caso, decidimos preguntarle sobre su vivencia trabajando en la UNIR. Ella recordaba, con cierta añoranza, las lecciones que aprendió durante los cinco años que trabajó allí; las personas que la vida puso en su camino en ese momento; finalmente, valora de manera positiva la importancia, necesidad y la suerte de contar con servicios públicos en nuestro país, de las condiciones y oportunidades que ofrecen. 

Aunque ella ahora sea docente, en un momento concreto, fue estudiante universitaria, una etapa crucial en la vida de un estudiante. Por ello, nuestra siguiente pregunta se relacionaba con su experiencia como universitaria conociendo gente de Zaragoza, lugar donde estudió. Alba nos comenta que, ha tenido la suerte de coincidir con alguno de sus antiguos compañeros de universidad ya como docentes, sin embargo, cuenta que hay muchos que se han dispersado por el país, incluso, por el extranjero. A pesar de ello, destaca la importancia de las redes sociales, que les permiten seguir en contacto, actualizarse de manera más continua y, en algún momento incluso, reunirse. 

Finalmente, le preguntamos de nuevo por su opinión, esta vez, acerca de los sueldos en el ámbito público de la educación. Su experiencia pasada, tanto en centros públicos como privados, la lleva a poder agradecer su sueldo actual, incluso cuando, en el pasado, este ha sido mayor. Destaca que no es fácil combatir con las situaciones que muchas veces su profesión conlleva como, comprender la situación de un alumno, estrés, periodos de agobio por diferentes causas o realizar funciones, que no están establecidas en su trabajo como docente y, que en muchos casos, este tipo de acciones, no están pagadas a nivel monetario, pero no las crítica ni excluye dentro de su papel como profesora, y, mucho menos desprecia el salario que recibe por, además de hacer su trabajo, lidiar con ciertas situaciones. 

Para acabar con la entrevista, le preguntamos por consejos que daría ella a una persona que está decidida a opositar. Para contestar, describe una oposición como «una carrera de fondo» en la que diferentes factores como la suerte, que, según nos comenta, está segura de que se puede entrenar para lograr seguridad ante la falta de ella, la tranquilidad y aprender de los errores, que no siempre se logra a la primera y que fracasar solo supone un contenido extra de aprendizaje. 

En conclusión, la charla impartida por Alba San Vicente fue amena y dinámica, no solo expresó la materia teórica de la forma más ligera posible, sino que también resultó inspiradora para todos los que la escucharon. Sus reflexiones, como la necesidad de desconectar, socializar y no obsesionarse con los resultados, subrayan la importancia de abordar los desafíos con una perspectiva integral. Además, la ponente destacó valores esenciales como la autocompasión, la adaptabilidad y la gratitud, valores que no solo le permitieron alcanzar su meta, sino que también enriquecieron su vida personal y profesional.

Escuchar este tipo de historias en un contexto donde el 56% de los jóvenes consideran las oposiciones como una salida profesional es vital, ya que ayuda a humanizar un proceso a menudo complicado. Las palabras de Alba no sólo motivaron a quienes la escucharon, sino que también sirvieron como recordatorio de que, aunque el camino sea largo y lleno de obstáculos, con perseverancia, estrategia y equilibrio, las metas son alcanzables. En un mundo donde la excelencia y la competencia parecen reinar, este tipo de charlas nos invitan a valorar los pequeños logros y a no olvidar que, al final del día, somos más que nuestros éxitos o fracasos.

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